La abdominoplastia es un procedimiento quirúrgico que elimina el exceso de piel y tejido graso del abdomen medio y bajo (dermolipectomía abdominal), y que tensa los músculos de la pared abdominal (plicatura de rectos). Los candidatos ideales para someterse a una abdominoplastia son aquellas personas que tienen una silueta relativamente correcta, pero que están preocupados por la acumulación de grasa o por el exceso de piel en el abdomen, y que no mejora a pesar de la dieta o el ejercicio físico. Esta cirugía es especialmente útil en mujeres que han tenido varios embarazos, tras los cuales la piel y músculos abdominales se han relajado y no han recuperado su tono inicial.

Duración:
De 2 a 5 hs.

Anestesia:
Normalmente se utiliza anestesia general.

Hospitalización:
Generalmente es un día de internación segun su complejidad, sino el procedimiento es ambulatorio. Al día siguiente de la operación el paciente se puede ir a casa, tras sacar los drenajes y sustituir el vendaje de quirófano por una faja tipo “body”. Esta faja debe ser utilizada día y noche durante todo el mes siguiente a la intervención.

Riesgos:
Aunque el índice de complicaciones es bajo, los principales riesgos pueden ser; cicatriz anormal (hipertrófica o queloide), disminución temporal o permanente en la sensibilidad en la zona suprapúbica, seroma, necrosis cutánea, trombosis venosa en las piernas y complicaciones pulmonares por embolismo.

Recuperación:
Si su estado físico previo a la cirugía es bueno, incluyendo una musculatura abdominal fuerte, la recuperación después de la abdominoplastia será más rápida. Algunas personas vuelven a su trabajo en unas 2 semanas, mientras que otras precisan 3 ó 4 semanas de reposo y recuperación. Los ejercicios fuertes deben evitarse hasta que uno se sienta cómodo.

Duración de los Resultados:
Permanente.

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